La pelea sorprende porque se aguardaba que Fury saliese de su “retiro”, había anunciado varias veces que dejaba la actividad, para enfrentar al ucraniano Oleksandr Usyk, campeón de la FIB y OMB en un combate de unificación total de los pesados.
El combate ofrece un reparto 60-40 a favor de Fury y una revancha 50-50 si gana Joshua.
Solo la elección de la emisora que televisará el combate es un obstáculo, pero las dos partes ya han dicho que están abiertas a un pago por visión conjunto entre las dos entidades a las que están vinculados, BT para Fury y DAZN para Joshua.