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Marco Van Basten, el mejor 9 de la historia: “En su época sólo Maradona estaba por delante de él, era un delantero único”

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RADIO EL MUNDO DEPORTES: Genial, voraz, alto y elegante, su autobiografía vuelve a alumbrar la figura de Van Basten, atropellado por las lesiones a los 28 años. “Así le recuerdan en el fútbol”

RADIO EL MUNDO DEPORTES: En su primer partido con el Ajax, el 3 de abril de 1982, sustituyó a Cruyff, un guiño de los destinos. Era el elegido, aunque duró poco. A los 28 años, en 1993, el tobillo pidió reposo absoluto. Le dio tiempo a ganar una Eurocopa (1988), dos Copas de Europa (1989 y 1990) y tres Balones de Oro (1988, 89 y 92), entre otra multitud de reconocimientos. Fue Marco Van Basten, la elegancia hecha delantero centro, un oficio en el que hay más fieras que bailarines.

Futbolistas rivales y compañeros, y entrenadores, recuerdan cómo era en el campo un holandés fino y voraz. El ‘killer’ elegante.

Metía goles de todas las formas posibles, pero el de la final de la Eurocopa fue un poquito fallo mío, reaccioné tarde

Rinat Dasaev (Ex portero)

Si hay un gol icónico de Van Basten fue el de la final de la Eurocopa de 1988 entre Holanda y Rusia. El ariete enganchó para el 2-0 una volea imposible desde un lateral del área que se coló por la escuadra contraria.

En la meta rusa aguardaba Dasaev, un mito de las porterías, que recuerda para MARCA aquél episodio, glorioso para el delantero y amargo para él: “Fue un poquito fallo mío, antes de tirar no estaba muy preparado y reaccioné muy tarde”.

El golazo de Van Basten en la final de la Euro 88

Para Dasaev, dueño de la portería del Sevilla entre 1988 y 1991, Van Basten “era el mejor del mundo en su puesto, era muy bueno y con tres Balones de oro”. El ruso define al holandés como un delantero “que tenía todo para ser grande. Marcaba goles de todas las maneras posibles. Tenía buen tiro, era elegante, listo y muy fuerte”.

El agotamiento de Sanchís

Manolo Sanchís, central del Real Madrid en los duelos con el Milan de Van Basten, le sitúa como “el segundo mejor jugador de esa era, el primero fue Maradona. Era un futbolista superlativo en muchos sentidos. Era un tipo peligroso en el césped…”.

El zaguero internacional no ahorra elogios a un rival que era una pesadilla: “¿Qué me gustaba de él? ¿Qúe no me gustaba? Iba bien por arriba, jugaba bien con los pies, tenía remate, sabía jugar de espaldas. Para ser el mejor sólo superado por Maradona hay que ser muy bueno”.

Iba bien por arriba, era bueno con los pies, de espaldas, tenía remate… Para ser el mejor de ese tiempo sólo superado por Maradona hay que ser muy bueno

Manolo Sanchís (Ex futbolista)

Van Basten, con 1’87, se salía del prototipo de delantero que con esa estatura recoge nubes en el área. Sanchís encuadra al delantero holandés en otra dimensión porque “si un futbolista mide casi 1’90 y tiene mucha habilidad suele desprender elegancia cuando le ves. Era muy bueno en el manejo del balón y no te permitía un instante de distracción”.

A la hora de recordar aquellos duelos el central advierte que “contra él no podías dedicarte a controlar sólo una faceta. En estrategia, peligro; de espaldas, peligro; en la contra, peligro; en el manejo del balón, peligro. Te obligaba a estar al 100% en una tensión máxima”.

Sanchís tiene claro que “un delantero así es agotador. Como defensa aceptabas la pelea que él proponía. Con esa envergadura era muy equilibrado”.

El lamento de Fabio Capello

Fabio Capello fue el comandante del banquillo del Milan en la recta final del viaje de Van Basten. A sus órdenes estuvo de 1991 a 1993. Para el legendario técnico italiano “Van Basten era un futbolista soberbio, excelente, todo lo que pueda decir de él es poco. Es sin duda uno de los mejores jugadores que he tenido la suerte de dirigir en mi carrera”.

Uno de los mejores que he entrenado, todo lo que diga es poco, uno de los grandes atacantes de la historia del fútbol

Fabio Capello (Entrenador)

En ese Milan revolucionario que engendró Arrigo Sacchi, coronel de la presión y el fuera de juego, destacaban los holandeses. Capello se encontró con ellos y estima que Van Basten “junto a Gullit y Rijkaard formó un triplete de extranjeros espectacular, sin comparación posible en aquel momento. Marco era un gran atleta, gran deportista y con un excelente comportamiento”.

El capítulo de lamentos tampoco falta. El técnico siente cómo “tuvo mala suerte con esa lesión de tobillo. Pero aún así es un futbolista top que figura por méritos propios entre los más grandes atacantes de la historia del fútbol”.

La radiografía de Albertini

Demetrio Albertini, ex jugador de Atlético y Barça, fue compañero de Van Basten en el Milan, primero como becario entre 1988 y 1990, y después, desde el 91. El centrocampista advierte que Van Basten fue “el jugador más importante con el que he jugado. Por su calidad fue el primer delantero al que se puede llamar moderno. Tenía físico, técnica, rapidez, era un futbolista especial”.

El organizador rebobina para asegurar que “en Italia se decía que Van Basten tenía el gol en la sangre. Y no sólo lo dejaba para los partidos”. Albertini respalda que el holandés “entrenaba muy fuerte. Era único. En los entrenamientos tenía hambre de ganar siempre”.

Era un futbolista especial, fue el primer delantero al que se le podía llamar moderno. En Italia decíamos que tenía el gol en la sangre

Demetrio Albertini (Ex compañero de Van Basten)

Atacado por las lesiones, Albertini lamenta el muro con el que no pudo Van Basten, “un jugador como él lo tenía todo, fue una lástima que con 28 años se terminara su carrera, con tres Balones de oro, pero el tobillo…”, concluye.

El metro de Míchel y Benzema

Otro que lo tuvo bien cerca fue Míchel, el centrocampista del Real Madrid, para el que Van Basten “era lo que ahora sería un delantero centro moderno. Exhibía calidad dentro y fuera del área. En eso era parecido a Benzema, aunque Van Basten tenía más voracidad de remate”.

De aquellos partidos tiene claro que “era mejor no darle un metro. Se sabía asociar con los compañeros. Con casi 1’90 que medía disponía de una coordinación envidiable, no hay más que ver cómo se movía y lo ágil y elástico que era. Sabía jugar”, continúa Míchel.

Tenía la calidad de un centrocampista y la definición de un delantero. Con casi 1,90 mostraba una coordinación envidiable. Todos sufrimos la cruz de Van Basten, mira si no el gol a Rusia

Michel (Ex jugador y entrenador)

El futbolista advierte que “me impresionaba más por la tele que en el campo porque ahí no te da tiempo… Dentro del campo demostraba un carácter agrio, era disciplicente con el rival”.

Míchel lanza de rosca otro piropo: “Tenía la calidad de un centrocampista y la definición de un delantero”. No siente como una llaga aquellos duelos porque “la llamada cruz de Van Basten la sufrimos todos. Mira si no, el gol a Rusia en la final de la Eurocopa”.

La huella de ese parón precipitado aumentó la leyenda. Michel estima que “cuando uno se retira antes de tiempo y de una forma abrupta todavía se te recuerda más”.

Su diálogo con Cruyff

En su libro, Frágil, Van Basten rememora su diálogo con Cruyff antes de la final de la Recopa de 1987 del Ajax contra el Lokomotiv de Leipzig. Esto le dijo el mítico personaje.

“Te voy a decir algo y después no volveremos a tocar el tema. Puedes saltarte partidos de liga, si es que lo consideras necesario. Descansa y recupérate. Pero, a cambio, te pido algo. Quiero ser muy claro: tienes que ganar la Recopa para nosotros. Y si no la ganas, te mato. ¿Trato hecho?”. -“De acuerdo”.

El cisne de Carboni

En la Serie A de Italia le tomó las huellas otro zaguero. Amedeo Carboni, antes de aterrizar en el Valencia, se topó con Van Basten en el Parma, Sampdoria y Roma. El lateral recuerda cómo a Van Basten “le llamaban ‘el cisne de Utrecht’, era largo, delgado y con una técnica tremenda”.

A la hora de establecer líneas paralelas Carboni resalta que el holandés “fue uno de los mejores de esa época, yo le pondría a la altura de lo que luego fue Ronaldo. Reunía clase y elegancia. Fue una pena lo de los tobillos, tremendo”.

Le pondría a la altura de lo que luego fue Ronaldo. Reunía clase y elegancia, era un futbolista al que era superbonito verlo

Amedeo Carboni (Ex futbolista)

Carboni, acostumbrado a manejarse con todo tipo de delanteros, reconoce que Van Basten “con esa altura impresionaba por su rapidez técnica, el juego de tobillo, la velocidad. Su técnica era superfina. En Italia eran célebres sus duelos en la Sampdoria con Vierchowod y éste reconocía que se volvía loco. Era un jugador al que era superbonito verlo”.

Golazo de chilena de Van Basten

El defensa italiano incide en que el delantero era “completo y con esa altura. Técnicamente, de lo mejor que había. Todo lo hacía con elegancia”.

Es otro de los compañeros de profesión que lamenta el final de Van Basten porque “la lesión nos lo quitó. A pesar de eso le vimos en el Milan de Sacchi o el golazo a Rusia, que define su calidad técnica. Ahí se ve que no remata por rematar, él busca ese hueco, se ve”. Fue la obra maestra de un futbolista de todos los tiempos al que el cuerpo remató antes de tiempo. Frágil.

 

 

 

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