RADIO EL MUNDO DEPORTES: Koundé fue el héroe de la noche, con un golazo a los 115 minutos. Pedri y Ferrán Torrés habían marcado para el Barsa. Mbappé y Tchouaméni para el Merengue.
RADIO EL MUNDO DEPORTES: El estadio de La Cartuja fue testigo de un Clásico para la historia. En una final de infarto, el FC Barcelona se consagró campeón de la Copa del Rey 2024/25 al derrotar 3-2 al Real Madrid en un vibrante partido que se definió en el tiempo extra.
Con un gol agónico de Jules Koundé a cinco minutos del final, el conjunto culé desató la euforia de sus hinchas y levantó el trofeo en una noche inolvidable.
El encuentro, cargado de emoción y tensión, tuvo todos los ingredientes de un duelo entre gigantes. El Barcelona golpeó primero con un tanto de Pedri, quien a los 25 minutos aprovechó un pase milimétrico de Lamine Yamal para abrir el marcador.
Sin embargo, el Real Madrid respondió con fuerza en la segunda mitad, cuando Kylian Mbappé, con una definición letal, igualó las acciones al minuto 60. La paridad duró poco: Ferran Torres, con un cabezazo impecable, volvió a poner al Barça en ventaja a los 75 minutos.
Cuando todo parecía encaminarse a una victoria culé, Aurelién Tchouaméni apareció en el área rival y, con un potente remate, decretó el 2-2 a los 88 minutos, forzando el alargue.
El tiempo extra fue un vendaval de emociones, con ambos equipos buscando el gol decisivo. Y fue allí, en el minuto 115, cuando Jules Koundé, olfateó que la defensa rival estaba cansada y le regaló la pelota para cruzar un remate inatajable, desatando la locura en La Cartuja al marcar el 3-2 que le dio el título al Barcelona.
El partido
El primer tanto del encuentro lo marcó Pedri, a los 28 minutos del primer tiempo, clavando un misil al ángulo desde afuera del área, rematando de primera luego de aparecer en soledad y recibir un pase atrás de Lamine Yamal.
El empate transitorio del conjunto “Merengue” vino de la mano de Mbappé a los 25 minutos del complemento. Tras recibir una infracción que le impidió escaparse en soledad, el delantero francés se hizo cargo del tiro libre al borde del área y tuvo revancha inmediata. Definió de gran manera al primer palo e igualó la final frente al Barcelona.
Seis minutos más tarde, a los 31, apareció Tchouaméni por los aires para clavar un gran cabezazo desde un córner y remontar la final de la Copa del Rey.
Sin embargo, el Barcelona reaccionó rápido y a los 33 del segundo tiempo, Ferrán Torres picó bien al espacio, le ganó en velocidad a Rudiger y eludió a Courtois, que llegó tarde a intentar cortar la jugada, para definir con el arco en soledad.
De todas maneras, el destino todavía no estaba escrito y el Barcelona volvió a aprovechar el cansancio de los jugadores del Real Madrid y una falla en el fondo le permitió a Koundé robar la pelotar, avanzar y sacar un remate al ras del piso que se le metió abajo a la derecha a Courtois. Se desató la locura en todo el conjunto Culé.